FAQs
INDICACIONES
¿Por qué se recomienda el Sistema MIPS para problemas de prolapso vaginal?
El sistema MIPS es un dispositivo mínimamente invasivo, que evita incisiones en la piel y es ajustable para adaptarlo a la anatomía de cada paciente.
Existen dos tipos principales de posibles complicaciones relacionadas con sistemas quirúrgicos para prolapso:
1.- Acortamiento vaginal: Normalmente las mallas se encogen una vez implantadas. Esto puede provocar, cuando la malla no está bien fijada, un acortamiento vaginal.
2.- Erosión vaginal: Suelen estar relacionadas con las arrugas que se forman en algunas mallas. Si una malla para el prolapso no puede ser ajustada con facilidad y con visibilidad, la malla puede quedar arrugada y provocar la erosión de tejidos.
El sistema MIPS ha sido específicamente desarrollado para minimizar estas dos posibles complicaciones.
¿Qué pacientes son candidatas al sistema MIPS?
Cualquier paciente con prolapso anterior o/y posterior.
¿Qué hace que el diseño de la malla MIPS sea efectivo?
La malla tiene un sistema de anclaje al ligamento sacroespinoso es ajustable gracias a una fijación en ambos ligamentos sacroespinosos, a través de un sistema único de anclaje, minimiza las consecuencias del encogimiento de la malla y la formación de arrugas. Los 4 puntos de fijación, ajustables, permiten al cirujano dejar la malla extendida, sin tensión ni arrugas, para minimizar posibles futuras erosiones vaginales.
CIRUGÍA
¿Por qué son tan relevantes estos 4 puntos de fijación?
La fijación de la malla en 4 puntos permite al cirujano adaptar la malla a cualquier paciente, sean cuales sean sus medidas y condiciones.
RESULTADOS
¿Cuántos días de hospitalización son necesarios tras la operación?
Si la cirugía se realiza bajo anestesia local o regional, la paciente si no tiene ninguna intervención adicional o complicación inesperada, puede abandonar el hospital el mismo día de la intervención o al día siguiente.
¿Cuál es el protocolo post quirúrgico recomendado para maximizar los beneficios de la malla MIPS?
Tras abandonar el hospital, se recomienda que la paciente evite relaciones sexuales y esfuerzos físicos excesivos al menos durante dos meses tras la cirugía.